viernes, 17 de mayo de 2013

Libertad entre las piernas


Es tiempo de evolucionar: de la era del hidrocarburo a la de los carbohidratos!

Yo aprendí a andar en bicicleta a los 8 años. Recuerdo aún hoy la vergüenza que sentí al darme cuenta de que todos mis amigos, incluyendo a mis hermanos, sabían montar y yo, la grandota de 8 años todavía lo hacía con rueditas auxiliares. También recuerdo  hoy la obsesiva y voluntariosa empresa en que se vio envuelta la familia y que consistió en tardes enteras de vigilancia y apoyo moral inagotables, cada vez que el dinosaurio verde –enorme y pesado, que pertenecía a mi madre y que me fue asignado como vehículo de aprendizaje- decidía echar su cuerpo por tierra y esta criaturita, ya por entonces dando muestras de un humor semejante al de una olla a presión, amenazaba con resignarse indignada a toda una vida de peatonalismo.